He regresado de ese inmenso océano de incertidumbre, me he posado en la rama más alta de la ciudad, cada edificio tiene un ramaje distinto, el cemento me acompaña, me cubre, soy un animal urbano.... cada ventana oculta la verdad de alguno, cada puerta es la posibilidad de acercamiento a sus palabras, desde acá percibo sólo las superficies, aquí habito.
Me quedo inmóvil, nadie me ve. Soy una sombra que no deja huellas. Quiero seguir siendo sombra. Me descubro sólo frente a la lluvia, ella me desnuda, me pone frágil, me recuerda el mar de soledad que me rodea, entonces corro a ser gota, y lloro
enteeeeeraaaa, me despojo d
e todo, quedo deshojada, deshecha, sin nada encima, sin nadie
alrededor, me pierdo, me olvido de todo, ni mi nombre recuerdo, y quiero llegar a casa, ponerme unas calcetas enormes, ocultarme bajo las frazadas, sacar la cabeza sólo para respirar y no volver nunca más a decir lo siento.
He dejado la tristeza, ahora vivo de un modo distinto, ahora hago cosas importantes, sólo cuando es necesario, también me ocupo de mi miedo, sólo cuando pierdo la calma, a veces me olvido de la muerte y entonces el tiempo parece que no importara... pero a veces, sólo a veces, vuelve a aparecer la melancólica mirada del loco, entonces me acuerdo que el amor existe y quizá sueño un poco, pensando que tal vez aún es posible que ese afán insulso de creer en una sentimiento sin fronteras agresoras entre tú y yo pudiera hacerse verdadero, pudiera convertirse en una forma de vida, para poder llevarse a cabo en un tiempo que nadie quiere medir porque nadie sabe cuanto va a durar, entonces cada quien es lo que quiere ser, y se ríe cuando puede y si llora es porque resulta necesario, y las preguntas tienen respuestas dulces y no existen instantes amargos que no puedan ser suavizados con un una leche tibia y un pan con manjar. Si yo pudiera saber que esa luz no va a estallar en frente de mis ojos para herirme la mirada afeando mi paisaje, yo entonces volvería a creer en el amor matinal, nocturnal, terrenal, divino, inconcluso, eterno, cabizbajo, sutil, dichoso, callado, musitado, tímido, aferrado, necesario, desprendido, soñado, cuidadoso, creador, tierno y sin ninguna posibilidad de hacerme daño...