lunes, 26 de febrero de 2007


He aquí uno de aquellos...qué hacer... insoportablemente leve y sutil, hoy no quiero decir nada porque este fin de semana ha sido perfecto y sobre la perfección es difícil expresarse. Me quedaré pensando en esta mirada, sus manos, su pelo, la luz que emerge de él, me encanta...

jueves, 22 de febrero de 2007

Por la matina...


Era necesario bajar nuevamente, siempre... una vez más... nada se resuelve fácil...
La ANTROPOTONTA ha comprado pasajes sin regreso...
Sus maletas guardaban objetos innecesarios, antiguos telones, ampolletas en desuso, un par de anteojos rotos por la mitad, la carcaza de un caleidoscopio, las cartas que nunca botó, fotos en blanco y negro, un cuadernos de notas y los varios cuadernos de viaje que nunca pudo volver a leer.
Ella partió, se alejó por el centro del encuadre, dejo un café servido, no olvidaba detalle... mientras me lo tomo sé que por mucho tiempo no la volveré a ver, ella sacó pasajes sin regreso, como siempre, pero esta vez no llevaba ropa en sus maletas, esta vez viajó con lo justo e innecesario, había decidido volverse prescindible de todo. Ignoro su paradero aunque sé que debe estar en alguna ciudad, comenzaré a escribir cartas a los distintos lugares dónde sé que podría llegar.
La ANTROPOTONTA no pierde su tiempo, anoche partió mientras dormía, dejó los cigarrillos sobre la mesa, un par de malas frases garrapateadas, y ese disco sonando, se notaba que había estado triste. No dijo que quería partir, no dijo que ya no era feliz, sólo guardó silencio, y aprovechó la madrugada. Ahora ha de estar tomando un café en algún lugar lejos de acá, un café sin tiempo y escribiendo en sus cuadernos interminables, haciendo listas de deberes incumplidos... prometiéndose el mundo en una servilleta viajera...

Cada vez que te nombro vuelves


Existe el santo nombre que no me atrevo a mencionar, cómo existe la remota posibilidad de que vuelvas, de que me nombres un día nuevamente y yo acepte que recuerdo tu rostro y así todo esto se parezca a esa realidad soñada. En ese paisaje te olvidé, en esa voz te apareces, cada vez que ese disco suena, y las vocales se extienden en su voz, la de ese hombre, el delgado y sutil enfermo de las palabras, el sujeto que prestándonos las calles y eminencias nos dejaba mudos mudos mudos...nada quedaba para , nada quedaba para mí.... faltan sólo tres días y volveré a encontrarme con tu recuerdo insomne... tres días para ver si te he olvidado... tres días y quizá recupere el amor, pero si resulta que estás ahí, si apareces en medio de la bruma, en la ida o el regreso, entonces juro, juro, juro, que tendré que buscar la forma de asesinar tu recuerdo, el nombre y las señales. Necesito esconderme en las sábanas nuevas, sin que tu sombra se entrometa, te necesito para olvidar, tú el que siempre supo lo que era necesario, tú el que nunca cometió indiscreciones rapaces, tú, mi único ensueño, la fortuna de saber que estabas silencioso y delirante, libre cómo nunca otro, cómo nunca lo imaginé, libre cómo siempre lo soñé, así quería verte, libre, así quería ser yo, libre como tú... te extraño, si bien ya el amor me ha abandonado, mi silencio sigue siendo tuyo.... cada vez que me tropiezo con esta humanidad que me limita, apareces tú, el hombre de las alas infinitas, el gañán de los rincones, tú siempre inventando una salida... contigo cada día era distinto, y cada vez que me asomo a percibir la vida de otros, me veo envuelta en sábanas que dejan atrapado mi deseo, no me dejan huir... si al menos me hubieras dejado partir primero... ¿recuerdas ese día?... eramos dos para tres cigarros en esa mesa de despedidas...
Esta será la despedida número no sé cuanto....ni me importa... siempre lo dije.... no habrá un amor más grande que el que yo sienta por tí... y eso no era mentira...
En la ciudad blanca y los cuervos del espanto, espero que la luz esté llenando tu ojo mágico y la cámara se esté llenando también de esos sueños que ya nunca llegaré a ver... maldigo no estar a tu lado, te extraño, sólo eso, cómo siempre, frágil, pensativa, libre, infinita, plena, confiada, aguda, segura, compleja e insoportable/adorableparatí... eso que ya no voy a recuperar...
Si al menos pudieras decirme que el amor es algo más que esa admiración suprema que sentíamos el uno por el otro... si me volvieras a explicar lo que no comprendo, como hacías en esas estaciones de trenes, una y otra vez, sin cansarte, si al menos hubieras hecho las cosas más fáciles y pudieramos comunicarnos... ¿Sabes? vuelvo a Rosario... a ver si algún día no vuelvo sola y logro hacerme dueña de este pedazo de historia...
Adeu nuevamente, como ese día que no volviste más....
Te adoro... que es una frase que digo no pocas veces, pero para tí, siempre va en forma especial...
Nunca dudes de mi incondicional devoción, no hay nada que pudiera hacerme cambiar de opinión...
Y por favor... júrame que no vas a volver nunca más, al menos así, sabré dónde buscarte.

martes, 20 de febrero de 2007

LA AUSENCIA SERÁ LA CURA


La mirada cambia, ellos están más lejos que nunca, y yo detrás de la vidriera, resulta imposible tocarlos. Me he quedado muda, sus palabras no tocaron nunca más mi oído, después de haber usado mi delirio para barrer el polvo de sus zapatos, me dejé llevar por el impulso asesino y mutilé sus nombres, dejé olvidados sus apellidos, ya no logré recordarlos más.
Es la implacable necesidad de partir la que me tiene detenida, una vez más temo perderme el final del juego, una vez más temo ser yo misma quien tenga que cerrar la puerta, clausurar las ventanas y dejar que el tiempo se encargue de lo demás. Esta vez no hay nada importante, esta vez es sólo recurrencia, ir y venir, un par de cuadras de distancia y la palabra empeñada, nada más que eso... lo demás??.... lo demás se llama sueño, eso nunca estuvo en juego, eso ya estaba hipotecado desde antes... Me he quedado muda en medio del bullicio que me provoca tu presencia, me he quedado muda porque no acostumbro usar armas de defensa, se me han caído los adjetivos del pánico, se me ha caído la tristeza del lomo, se me ha derramado alguna sonrisa del borde del labio cuando has pronunciado con sorna aquello que con tanto cuidado quise confesarte, y descubrí el peso de haberme equivocado... entonces sentí que pasaría lo que nunca antes había pasado, en todo el tiempo que llevo pensando en que esto de mirar a los otros tan de cerca deja huellas y es que ahora me encuentro con que siento que crece en mi corazón un profundo sentimiento de desprecio que se parece a algo que nunca, pero nunca, yo había sabido nombrar.
P.D. : ESPERO SANAR

sábado, 17 de febrero de 2007

LA NUEVA CASA, SIN PUERTAS NI VENTANAS


Esta soy yo, sí, con mi cara de nula certeza frente a nada, me he quedado perpleja y perdí la voz, sí porque en este mundo real las palabras no me sirven de mucho, entonces he decidido contruir mi nueva casa, sin puertas ni ventanas, para dejar que entre la lluvia, el viento, los cuervos y el Angelus, la noche oscura y el sol de media tarde. Me he fabricado una casa del todo insegura, porque me he aburrido de ver los hombros cansados por el peso de las seguridades con que cargan mis compatriotas... esta casa ni llave tiene, acá no hay que andar con temores ni amenazas de ningún tipo.
En este lugar todo el día hay palabras revoloteando por algún lado, palabras saltarinas, de esas que no hacen daño a nadie y sirven para que la gente se comprenda un poco más. Yo las recojo y tejo bufandas rayadas, planto signos de interrogación para
luego cosechar respuestas. En este lugar nunca me quedo dormida sin oir un "Te quiero" dulce venido de una cancióncuentonovelacapitulocronicanarracionoral. En este lugar vivo yo, donde las canciones se confunden con la vida y mis ojos se enfundan de un color que no logro explicar, ya no doy más explicaciones, ya no miro más para afuera, ya no intento ser parte de ese mundo fiero que corre afuera, no quiero estar ahí, me quedo acá, seré una emigrante en mi propia patria.
Ah! con respecto al ya consabido mister $$$ que se las arregle sin mí.... que yo no pienso ser su esclava, ni puertas afuera, ni puertas adentro....