
Existe el santo nombre que no me atrevo a mencionar, cómo existe la remota posibilidad de que vuelvas, de que me nombres un día nuevamente y yo acepte que recuerdo tu rostro y así todo esto se parezca a esa realidad soñada. En ese paisaje te olvidé, en esa voz te apareces, cada vez que ese disco suena, y las vocales se extienden en su voz, la de ese hombre, el delgado y sutil enfermo de las palabras, el sujeto que prestándonos las calles y eminencias nos dejaba mudos mudos mudos...nada quedaba para tí, nada quedaba para mí.... faltan sólo tres días y volveré a encontrarme con tu recuerdo insomne... tres días para ver si te he olvidado... tres días y quizá recupere el amor, pero si resulta que estás ahí, si apareces en medio de la bruma, en la ida o el regreso, entonces juro, juro, juro, que tendré que buscar la forma de asesinar tu recuerdo, el nombre y las señales. Necesito esconderme en las sábanas nuevas, sin que tu sombra se entrometa, te necesito para olvidar, tú el que siempre supo lo que era necesario, tú el que nunca cometió indiscreciones rapaces, tú, mi único ensueño, la fortuna de saber que estabas silencioso y delirante, libre cómo nunca ví otro, cómo nunca lo imaginé, libre cómo siempre lo soñé, así quería verte, libre, así quería ser yo, libre como tú... te extraño, si bien ya el amor me ha abandonado, mi silencio sigue siendo tuyo.... cada vez que me tropiezo con esta humanidad que me limita, apareces tú, el hombre de las alas infinitas, el gañán de los rincones, tú siempre inventando una salida... contigo cada día era distinto, y cada vez que me asomo a percibir la vida de otros, me veo envuelta en sábanas que dejan atrapado mi deseo, no me dejan huir... si al menos me hubieras dejado partir primero... ¿recuerdas ese día?... eramos dos para tres cigarros en esa mesa de despedidas...
Esta será la despedida número no sé cuanto....ni me importa... siempre lo dije.... no habrá un amor más grande que el que yo sienta por tí... y eso no era mentira...
En la ciudad blanca y los cuervos del espanto, espero que la luz esté llenando tu ojo mágico y la cámara se esté llenando también de esos sueños que ya nunca llegaré a ver... maldigo no estar a tu lado, te extraño, sólo eso, cómo siempre, frágil, pensativa, libre, infinita, plena, confiada, aguda, segura, compleja e insoportable/adorableparatí... eso que ya no voy a recuperar...
Si al menos pudieras decirme que el amor es algo más que esa admiración suprema que sentíamos el uno por el otro... si me volvieras a explicar lo que no comprendo, como hacías en esas estaciones de trenes, una y otra vez, sin cansarte, si al menos hubieras hecho las cosas más fáciles y pudieramos comunicarnos... ¿Sabes? vuelvo a Rosario... a ver si algún día no vuelvo sola y logro hacerme dueña de este pedazo de historia...
Adeu nuevamente, como ese día que no volviste más....
Te adoro... que es una frase que digo no pocas veces, pero para tí, siempre va en forma especial...
Nunca dudes de mi incondicional devoción, no hay nada que pudiera hacerme cambiar de opinión...
Y por favor... júrame que no vas a volver nunca más, al menos así, sabré dónde buscarte.